viernes, 15 de junio de 2012

¿Qué es el conflicto?

Podemos definir el conflicto desde diversas ópticas: legales, sicológicas, filosóficas, pero lo importante es que en todas sus acepciones y en la mayoría de las culturas de raíz occidental, el conflicto es visto como algo malo, como un problema que complica la existencia o las relaciones con los demás.
Sin embargo, el  conflicto no necesariamente es malo o tiene consecuencias desagradables para quienes lo padecen, pues representa un punto de inflexión para resolver no solamente el problema aparente, sino para solucionar otros aspectos del mismo que generalmente están ocultos, dada la naturaleza humana de "focalizar" los problemas, algo así como que el bosque no nos deja ver los árboles.
La mediación para la resolución de conflictos es un proceso flexible, pues su finalidad es solucionar un problema entre dos o más personas con una perspectiva novedosa, enfocada más allá del problema en si, pues descubre las motivaciones interiores de los mediados y por ello se privilegian los intereses a las posiciones de estos, de manera que se flexibiliza la dinámica del conflicto hasta encontrar una solución que satisfaga a las partes.
Te invitamos a resolver tus conflictos en El Mejor Acuerdo, Asesoría Jurídica y Mediación; haz una cita con la premediadora y averigua si tu conflicto es mediable.

sábado, 2 de junio de 2012

La crisis como oportunidad.


‘No pretendamos que las cosas cambien, si siempre hacemos lo mismo. La crisis es la mejor bendición que puede sucederle a personas y países, porque la crisis trae progresos. La creatividad nace de la angustia como el día nace de la noche oscura. Es en la crisis que nace la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias. Quien supera la crisis se supera a sí mismo sin quedar ‘superado’.

Quien atribuye a la crisis sus fracasos y penurias, violenta su propio talento y respeta más a los problemas que a las soluciones. La verdadera crisis es la crisis de la incompetencia. El inconveniente de las personas y los países es la pereza para encontrar las salidas y soluciones. Sin crisis no hay desafíos, sin desafíos la vida es una rutina, una lenta agonía. Sin crisis no hay méritos. Es en la crisis donde aflora lo mejor de cada uno, porque sin crisis todo viento es caricia. Hablar de crisis es promoverla, y callar en la crisis es exaltar el conformismo. En vez de esto, trabajemos duro. Acabemos de una vez con la única crisis amenazadora, que es la tragedia de no querer luchar por superarla’. 
Albert Einstein.

viernes, 4 de mayo de 2012

Resolución de conflictos


Haciendo a un lado la lucha contra el narcotráfico y sus efectos colaterales (delincuencia organizada, extorsión, desapariciones), así como los delitos llamados graves (homicidio, violación, secuestro), lo que más lastima a la sociedad es un sistema de justicia lento, ineficiente, que genera impunidad y descontento social, pues no encontramos en él lo que entendemos por "justicia".
El Nuevo Sistema de Justicia Penal tiene como una de sus vertientes los medios alternativos de solución de conflictos, como la mediación, la conciliación y la justicia restaurativa, y conforme se instalen en los sistemas de justicia de los estados, generarán efectivas soluciones a cuestiones tan terrenales como los daños por tránsito de vehículos, en los que la acción del Estado, vía Ministerio Público y Juzgado, solamente demora una problemática urgente. Después de todo ¿qué le importa más a la víctima del delito? ¿Que le reparen su vehículo o que el perpetrador se quede preso por dos o tres años?
La mediación es un instrumento que a través de la gestión de un tercero imparcial llamado mediador, las partes lleguen a un acuerdo voluntario y aceptable para ambas, que estampan en un documento que pone fin a la disputa legal, si la hubiere. Este sistema que polémicas aparte es algo extraordinario, tiene la bondad adicional de reconstruir el tejido social pues su herramienta principal es el diálogo constructivo de los disputantes, con la finalidad esencial de lograr una solución en la que prive una visión negociadora para llegar a un acuerdo final, en la que ambos queden satisfechos, parafraseando aquello de "más vale un mal acuerdo que un buen pleito".
En Guerrero ya existimos un grupo de más de treinta facilitadores (mediadores), capacitados y certificados por el Consejo de la Judicatura del Estado y el Tribunal Superior de Justicia, listos para emprender una nueva forma de coadyuvar en la difícil tarea de lograr una convivencia social sana y armónica, solo que en el Congreso del Estado aún no ha sido aprobada la Ley correspondiente enviada por el Ejecutivo Estatal.
Sin embargo, los integrantes de la Asociación de Facilitadores del Estado de Guerrero (AFEG), estamos difundiendo nuestra actividad para que la sociedad en general tenga el conocimiento acerca de nuestra existencia y razón de ser, pues este modelo de resolución de conflictos ya funciona en muchos Estados de la República con buenos resultados. Tal vez sea oportuno exhortar de manera respetuosa al Congreso del Estado para que a la brevedad se apruebe esta Ley y se creen las partidas presupuestales para tal efecto, pues la sociedad guerrerense requiere de estas herramientas y recuperar (o tal vez lograr) la credibilidad y confianza en el Estado.